El Gobierno británico ha decidido financiar con 1,85 millones de libras esterlinas (unos 2,75 millones de euros) a una empresa con sede en Cambridge que está construyendo un robot para ayudar a tratar la calvicie. La empresa de biociencia Intercytex espera perfeccionar un tratamiento que consiste en coger folículos de pelo de la nuca, multiplicarlos e implantarlos en la región de la cabeza donde sea necesario.
El método podría emplearse para tratar tanto la calvicie masculina como la alopecia en la mujer aunque, según sus inventores, pasarán todavía tres años antes de que el tratamiento esté disponible para el público en general.
Intercytex trabaja con la empresa "Automation Partnership", que desarrolló el sistema robótico para el almacenamiento y cultivo de las células, y confía en producir a escala comercial esos folículos. "La tecnología es desafiante. Nadie ha hecho esto antes", dice Nick Higgins, consejero delegado de Intercytex. "Cogemos las células responsables del crecimiento del pelo, las multiplicamos y luego las inyectamos en la cabeza (...) El desafío es asegurarse de que (el nuevo cabello) crezca lo suficientemente fuerte y rápido como para que sea (un procedimiento) cosméticamente aceptable", añade Higgins.
El tratamiento se ensayó ya en siete varones que sufrían calvicie y ha dado resultado en cinco de ellos, y ahora se está probando en otros veinte. Consiste en la extracción, en una operación que dura aproximadamente media hora, de folículos de pelo de la zona de la nuca, donde es siempre más espeso, para su posterior cultivo en un medio especial y multiplicación en el laboratorio.
La fase de cultivo de las células consta de toda una serie de pasos, y ahí es donde interviene el robot, que puede programarse para trabajar en doscientas muestras a la vez. Al cabo de ocho semanas en los tubos de ensayo se habrán generado millones de células. Las células se inyectarán cuidadosamente en el cuero cabelludo, donde muchas de ellas desarrollarán nuevos folículos, según explica el bioquímico y director de Intercytex, Paul Kemp, que está haciendo él mismo de conejillo de Indias. La parte más difícil del procedimiento son precisamente las inyecciones, de las que se necesitan aproximadamente un millar y cada una de las cuales debe penetrar hasta una profundidad de tres milímetros, lo que requiere anestesia local. En los primeros voluntarios, la zona tratada tenía la superficie de una pequeña moneda, y el número de pelos pasó en ellas de 250, antes del tratamiento, a 316, después.
Según Besssan Farjo, del Farjo Medican Centre, clínica especializada en el tratamiento de la calvicie, donde se ensaya actualmente el nuevo método, las técnicas de trasplante tradicionales "exigen mucho tiempo y son muy caras". Esas técnicas, conocidas en la jerga médica con el nombre del músico Elton John, pueden costar hasta 15.000 euros y exigen una operación que puede durar ocho horas. "Aunque estamos todavía en los comienzos, si funciona el nuevo método, sería más rápido y más barato", explica Farjo en el dominical The Sunday Times.
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